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Definiciones sobre el papel

Objetivo
Identificar el grado de conocimiento que tienen las y los asistentes sobre los conceptos que se van a manejar durante el curso.
Desarrollo:
De forma individual primero y consensuado en pequeño grupo después, se pide a las personas participantes que den una definición de los siguientes términos:
  • Sexo
  • Género
  • Androcentrismo
  • Eurocentrismo
  • Educación para el Desarrollo
A continuación cada grupo expone sus definiciones y entre tod@s se completan.
Ofrecemos a continuación una definición posible para cada término:
Sexo. Categoría biológica que alude al carácter orgánico en las especies animales según el cual pueden ser machos o hembras.
Género. Categoría social. Atribución cultural que expresa el conjunto de rasgos que caracterizan lo masculino y lo femenino. Este sistema -que abarca, sistemas de pensamiento, actitudes, comportamientos, roles, etc.- genera en las personas unas expectativas de lo que significa en cada momento histórico, ser hombre o mujer y, en función de ellas, se socializa y se educa a las personas. En nuestra sociedad, como resultado de la vigencia del sistema patriarcal -que atribuye superioridad y dominio, en todos los terrenos, al género masculino- las mujeres han sido consideradas inferiores y sometidas a la tutela de los varones.
El género asigna los roles que hombres y mujeres deben asumir: en el caso de los hombres su papel se orienta al ámbito público (terreno laboral, poder político, relaciones profesionales...), cumpliendo tareas productivas; las mujeres, en cambio, se desenvuelven en el ámbito privado (terreno doméstico, administración del hogar, educación de hijos e hijas y cuidado de la familia...) desempeñando tareas reproductivas.
En la medida en que es una atribución social la construcción de género se puede transformar. De hecho, este sistema ha sido ampliamente denunciado por distintos sectores por ser discriminador e injusto -en mayor medida para las mujeres, pero también para los hombres-, y porque limita y reduce la capacidad de las personas para desarrollar sus vidas en función de sus propios intereses y en términos de igualdad. En la actualidad, se han producido cambios notables en la búsqueda de un modelo no sexista, justo e igualitario, pero los efectos del sistema de género aún se dejan sentir en casi todos los terrenos.
Androcentrismo. Es un sistema de pensamiento que "consiste en considerar al ser humano de sexo masculino como el centro del universo, como la medida de todas las cosas, como el único observador válido de cuanto sucede en nuestro mundo, como el único capaz de dictar leyes, de imponer la justicia, de gobernar el mundo.
Es precisamente esta mitad de la humanidad la que posee la fuerza (los ejércitos, la policía), domina los medios de comunicación de masas, posee el poder legislativo, gobierna la sociedad, tiene en sus manos los principales medios de producción y es el dueño y señor de la técnica y la ciencia". (Moreno, A. 1986).
Eurocentrismo. Supone la supremacía europea frente a otros pueblos en todos los ámbitos de la realidad: desde lo cultural a lo étnico, lo económico y político. Implica un análisis de otras realidades con patrones occidentales; esto tiene un reflejo directo en las imágenes y representaciones occidentales y en los estereotipos que se han formado.
El imaginario colectivo europeo está impregnado de proyecciones negativas sobre "lo negro" y es antiárabe. En la Europa multicultural persisten imágenes estereotipadas sobre Africa y su población. No existe una relación entre el nivel de desarrollo tecnológico y el nivel de civilización. La noción de lo avanzado o atrasado puede aplicarse a la tecnología pero no a las civilizaciones. La desigualdad es el factor que ha marcado las imágenes y representaciones que los europeos han realizado sobre la población del Sur a lo largo de la historia. Esta se articula en torno a la distinción entre civilización y barbarie y al discurso evolucionista entre los pueblos más o menos avanzados. (Mundópolis II. Hegoa, 1997).
Educación para el Desarrollo. La Educación para el Desarrollo es un proceso educativo que pretende capacitar a las personas para realizar análisis críticos de la realidad y de la problemática del desarrollo, con el fin de generar un conocimiento útil para la acción colectiva a favor de la transformación social. La ED hace una lectura crítica de los valores imperantes en nuestros modelos de desarrollo, pretende promover un tipo de pensamiento más complejo de la realidad, intenta democratizar el sistema educativo y convertirlo en un elemento transformador donde el saber académico tenga utilidad y dote a las personas de conocimiento crítico para la acción emancipadora. La ED resalta el papel de los valores en la formación integral de los individuos y de los grupos.
Atender a esa doble dimensión personal y colectiva es muy importante, puesto que las personas necesitan de la acción comunitaria para promover acciones de cambio, y la colaboración intergrupal necesita presupuestos e intereses compartidos por cada una de las personas que los integran. Valores como la solidaridad, la participación, la justicia, la diversidad cultural, sólo tienen sentido si se parte de la base de igualdad real en la que se integren diversas perspectivas (de género, culturales...) sin tendencias hegemónicas.